Asturias cerca a los pisos turísticos: ocho plazas como máximo, un baño para cada cuatro usuarios y entrega presencial de las llaves

El documento que ha presentado Llamedo a la Mesa de Turismo de Fade incluye más novedades. En primer lugar, «se eliminan desigualdades: las VUTs deberán cumplir requisitos técnicos equiparables a los de hoteles, casas rurales o apartamentos turísticos».

En esa línea, deberán contar con certificado de acuerdo de la comunidad de propietarios; conexión a internet, (salvo zonas sin cobertura); un baño por cada 4 plazas, correctamente equipado (con bañera o ducha); medidores de ruido para controlar los decibelios; entrega presencial de llaves, con información turística y servicios básicos; servicio de mantenimiento, limpieza y reparaciones; justificante de pago obligatorio, con todos los datos de la estancia; y publicidad con número de registro, que será obligatorio en todos los canales en los que se publiciten los pisos turísticos.

¿Y cómo deben ser los pisos turísticos? También el decreto marca normas de tamaño. Como máximo, solo serán autorizados pisos turísticos con capacidad para ocho personas. Como mínimo, una plaza, pero la VUT deberá contar con 25 metros cuadrados. La cifra se eleva a 33 metros cuadrados para las viviendas con capacidad para dos personas y, a partir de las tres plazas, se obliga a 15 metros cuadrados por persona.

Además de las plazas, también se fija el diseño de los pisos. El tamaño mínimo de las habitaciones se queda en los 6 metros cuadrados para la individual y sube a 10 metros cuadrados para la doble. Una habitación triple debe medir, como mínimo, 13 metros cuadrados. El salón debe medir, como mínimo, ocho metros cuadrados, cifra que sube a once si hay un sofá cama. Este debe tener una medida mínima de 1,35 metros.

La propuesta da más poder a los ayuntamientos. El Principado indica que serán los consistorios los que puedan «establecer limitaciones al número de VUTs por razones de interés general, siempre con criterios objetivos». En todo caso, los pisos turísticos «deberán situarse en zonas urbanísticas aptas».

Lo que sí tiene claro el Principado es que, desde la entrada en vigor de este decreto, «si no se cumplen los requisitos, se cancela la actividad turística en un periodo que va de los 6 meses a 4 años, según el tipo de infracción».

Gimena Llamedo defiende que «esta regulación se enmarca en el modelo de turismo que promueve el Principado: un modelo centrado en la calidad, la sostenibilidad y el respeto por la identidad del territorio. Queremos seguir siendo un destino de referencia, competitivo, pero sin perder lo que nos hace únicos: nuestra autenticidad, nuestros paisajes, nuestras tradiciones y nuestra manera de vivir, manteniendo el equilibrio entre visitantes y población residente».

Recuerda, además, que «este decreto se suma al refuerzo del servicio de inspección turística puesto en marcha en esta legislatura y al uso de herramientas tecnológicas para detectar alojamientos ilegales. Además, refuerza la seguridad jurídica y la protección de los derechos de quienes alquilan, quienes visitan y quienes viven en el entorno».

La vicepresidenta del Principado lo tiene claro. «Hemos escuchado al sector y a la ciudadanía. Esta regulación nace del consenso, pero también de la convicción: en Asturias, el turismo tiene que ser una oportunidad para todas y todos, no un problema».