Tres piedras angulares de la feria del libro de Corvera

Como prólogo a la celebración de la cita cultural, la biblioteca Ángel González de Las Vegas acogió ayer el homenaje a tres libreros que «en épocas mucho más difíciles que las de ahora, decidieron emprender su carrera profesional defendiendo la libertad de verdad, cuando lo más fácil era tomar otro camino», según destacó el alcalde, Iván Fernández.

Previamente al homenaje se destapó la placa en honor al poeta Ángel González, que da nombre a la biblioteca, donde se entregaron los diplomas de agradecimiento a los libreros. Durante el acto se contó además con la presencia del cronista de Corvera, José Ramón Rodríguez, quien en mayo de 2009 escribió un artículo en el que recordaba la Feria del Libro. El documento fue leído ayer por el concejal de Cultura, José Luis Montes, en un ejercicio de mirar al pasado para proyectarse en el futuro.

De esa mirada al pasado también se encargaron de participar los tres homenajeados. Mario García fue el primero en hablar y entre la timidez y la emoción aseguró que «todo lo que hice lo hice porque creo en el bien común y había que hacer algo a nivel de concejo, que era la cultura». García hizo gala, además, de su pasión por las letras y leyó un fragmento de un poema de Ángel González.

Fernando Allende, recordó aquellos años como «una etapa muy bonita de nuestra vida» en la que la juventud hizo que tuvieran «ilusiones más que medios». Para él fue una etapa corta, de dos años, pues después continuó con su carrera como periodista aunque a día de hoy «lo recuerdo con mucha ilusión».

Por su parte, Celso Díaz mostró su emoción porque se recupere la Feria del Libro. «Fue una época muy entrañable que no puede uno olvidar, teniendo en cuenta que lo hicimos no pensando en la gente mayor, sino en el futuro de nuestros hijos que los teníamos estudiando en los colegios del concejo y teniendo en cuenta que la cultura estaba muy lejana de la posibilidad de que nuestros hijos conociesen autores como Martín Vigil o Victorino Casas», señaló. Díaz quiso recordar además a quienes le ayudaron a hacerlo posible como Manuel Ángel Curto 'El zapa'; María Ángeles y a su marido Pepe, dueños de la librería Costa Verde; José García y a su propia mujer, Azucena.