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El olor a heno, el sonido de los cencerros y el murmullo del público entre establos y talleres marcan desde esta mañana el regreso de una de las citas más emblemáticas del calendario rural gijonés: la Feria de San Antonio, que se celebra del 13 al 15 de junio en el recinto ferial Luis Adaro. La inauguración oficial tuvo lugar a las 12 horas de este viernes y contó con la participación de representantes del Ayuntamiento de Gijón, Fundación Caja Rural, Otea, Cámara de Comercio y Asociación de Criadores de Raza Frisona de Asturias (Ascol).
La feria fue presentada en un acto institucional que dio paso a un recorrido por los distintos espacios del recinto, donde autoridades y público asistente pudieron conocer de primera mano los pabellones de animales, talleres escolares y mercados al aire libre que darán vida a este evento durante todo el fin de semana.
«Queremos recuperar la esencia de la feria de nuestros abuelos, poner en valor nuestras raíces y crear un espacio de encuentro entre el Gijón rural y el urbano», destacó el concejal de Atención a la Ciudadanía, Abel Junquera, durante su intervención. Subrayó además la vocación familiar del evento y su papel como punto de unión entre generaciones: «Este año damos un paso más: más ganado, más actividad, más productos de artesanía. Queremos que sea una feria viva».
El presidente de Ascol, José Emilio García, señaló que esta edición bate récords de participación, con alrededor de 180 reses de raza frisona procedentes de más de 50 ganaderías. «Este certamen se consolida como una referencia regional», afirmó, al tiempo que reivindicó el valor educativo del certamen: «Desde hace ocho años invitamos a colegios para que los más pequeños descubran el origen de los alimentos que consumen».
La feria incluye el XLV Concurso Regional de la Raza Frisona, que se desarrollará durante el sábado y el domingo con juzgamientos, subastas y entrega de premios a las ganaderías destacadas. Además, se celebrará por primera vez el Concurso de Manejadores Ascol Genetics, que pone el foco en la formación de los más jóvenes en el cuidado del ganado.
Pedro López Ferrer, en nombre de la Cámara de Comercio, destacó el creciente enfoque de la feria hacia el público infantil: «Debemos sembrar la conciencia en las nuevas generaciones si queremos que nuestra tradición ganadera continúe». También remarcó el papel pionero de Ascol en genética animal: «Antes buscábamos la genética fuera de España; ahora somos un referente».
Durante los tres días de feria, el recinto acogerá una exposición permanente de razas ganaderas (incluidas la Asturiana de los Valles, Suffolk, Latxa, Leicester, así como diversas aves y especies autóctonas) y dos mercados diferenciados: uno de productos agroalimentarios y artesanales al aire libre, y otro de maquinaria agrícola y ganadera.
El programa incluye además talleres prácticos para escolares, como 'La leche: del prado al vaso', 'Nos montamos a caballo', o 'La magia de la sidra', y actividades tradicionales como talleres de gomeru y bolos asturianos.
Con una oferta que une tradición, conocimiento, producción local y entretenimiento, la Feria de San Antonio de Gijón se reafirma como un espacio imprescindible para entender el vínculo entre el campo y la ciudad. Una celebración del orgullo rural que, por tres días, convierte el corazón de Gijón en epicentro de la vida ganadera asturiana.
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