Juan José Padilla, torero: «El Bibio es un coso espectacular para salir a dar tu alma y tu cuerpo»
Figuras como Morante, Roca Rey y Manzanares estarán en Gijón del 13 al 17 de agosto. «Son la Champions League del toreo», destaca Padilla
El torero Juan José Padilla (Jerez de la Frontera, 1973) espera con el mismo ansia que los aficionados al toro la presentación de los ... carteles de la Feria de Begoña que se celebrará mañana, a las 20 horas, en el espacio Gijón Arena de la plaza de toros de El Bibio. 'El pirata de Jerez', que se retiró en 2018 tras 39 cornadas en su haber, no olvida las «tardes de gloria y el cariño de los seguidores gijoneses» que este año disfrutarán de una novillada con picadores, tres corridas de toros y una de rejones en la que Diego Ventura.
–¿Gijón le trae buenos recuerdos?
–Buenísimos. Tengo muchos seguidores aquí y me apoyaron en mis momentos más difíciles. Estoy muy agradecido porque tras el grave percance que sufrí el cariño recibido fue impresionante. Además, el clima, la gastronomía, la gente. Esta ciudad es una maravilla para visitar.
–¿Es exigente el público gijonés?
–Mucho. Pero sabe querer y sabe dar y eso un torero lo agradece mucho. Yo soy un hombre del sur, pero esta plaza del norte me tiene enamorado y a mis seguidores también.
–¿Nos ha ayudado a promocionar la ciudad?
–jajaja (ríe). Yo creo que sí la verdad. Tengo muchos adeptos que empezaron a venir a Gijón porque yo estaba en el cartel de la Feria de Begoña, conocieron la ciudad y ahora planean sus vacaciones de agosto aquí.
–Hablando del cartel de la Feria Taurina, ¿qué le parece?
–Lo descubriré al completo este jueves como el resto. Pero los nombres que aparecen en el ciclo elaborado por Circuitos Taurinos de mi amigo y empresario Carlos Zúñiga son la 'Champions League' del toreo actual. Y además este año hay un día más de feria. Se va a disfrutar y mucho del buen toreo.
Puerta grande en Las Ventas
–Morante de la Puebla, Roca Rey y Manzanares, ahí es nada. ¿Son toreros que le gustan?
–Me gustan y los respeto. Fíjate, ahora mismo el revulsivo tan importante y la trayectoria de Morante que acaba de hacer historia con una puerta grande en Las Ventas. Tuvieron que cortar las calles porque lo llevaron durante media hora a hombros hasta el hotel. Roca Rey, con ese arte que tiene y que además es un ídolo de masas y con el cual tuve el privilegio de torear bastantes tardes, entre otras en mi despedida de Gijón. Y Manzanares es un verdadero maestro. ¿Quién podría dudarlo? Volcó hace unos días dos veces la plaza de Nîmes con sus remates relámpago y ese temple que le caracteriza.
–Temple el de su cuerpo, que ha soportado 39 cornadas.
–Pues mira, para los 52 años que tengo y lo machacado que he estado, pensaría que iba a estar peor.
–¿Secuelas tras las graves cogidas que ha sufrido?
–Algunos vértigos y molestias, pero bueno lo llevo bien. Estoy muy agradecido a los equipos médicos que me han tratado.
–Entre ellos, el oftalmólogo asturiano Luis Fernández-Vega.
–Acabo de estar hace 15 días en Oviedo, más que mi médico es mi amigo y además es muy taurino. Tras perder la visión y parte de la cara en aquella trágica corrida en 2011 en Zaragoza, Luis hizo todo lo que pudo y mantuvo mi ojo un año y pico, pero no se pudo recuperar la visión. El nervio óptico estaba roto.

«Nunca olvidaré dar la vuelta al ruedo gijonés con mi hija Paloma»
El 'Ciclón de Jerez' recuerda con cariño su despedida de la plaza gijonesa el 11 de agosto de 2018. «Fue una de las tardes que marcó mi carrera y que nunca olvidaré. Salí a hombros y corté dos orejas, pero sobre todo me respigo al revivir el enorme cariño que recibí del público y cómo mi hija Paloma dio la vuelta al ruedo conmigo. Fue muy emotivo», comenta José Padilla.
–¿No se quebró su espíritu y tuvo miedo a volver al ruedo?
–Jamás. Primero, porque soy cristiano, un hombre de fe, y considero que estoy en manos de Dios. Y segundo, porque quien se dedica a esta profesión tiene que ser consciente de que nace para morir en cualquier momento. Es una profesión en la que te juegas la vida y hay que tener una gran capacidad física y mental. He tenido más miedo al fracaso que a la muerte. La obligación del torero es emocionar al público y levantarlo de los asientos enfrentándote a un toro de 550 kilos y dos pitones. Hay que darlo todo.
–¿Ha visto mucha entrega en la plaza de toros de El Biblio?
–Aquí siempre quieren venir los grandes porque El Bibio es un coso espectacular para salir a dar tu alma y tu cuerpo. Es una plaza con unas connotaciones para la figura importantísimas y tiene mucho peso en el calendario taurino.
–La plaza también se utiliza ahora para un espacio, el Gijón Arena, en el que se hacen eventos culturales. ¿Qué le parece?
–Estamos en el siglo XXI, los tiempos avanzan y me encanta esa idea. No hay nada que promueva más la cultura que una plaza de toros. Me parece perfecto que se hagan conciertos, eventos y ¿bodas? Sería un lugar de celebración ideal.
–Además recibiá el premio Tranvía de Oro.
–Estoy muy agradecido a la Peña Cocheras por este galardón y por haber esperado tanto tiempo para que pudiera venir a recogerlo en persona. Siento en mi corazón que Gijón es una ciudad que me quiere y mis seguidores y yo la queremos también muchísimo.
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