«Hay que pedir a la alcaldesa que hermane Gijón y Burdeos»

Las pinturas de las Termas Romanas de Campo Valdés en Gijón, recuperadas durante las excavaciones, presentaban características de la pintura romana, incluyendo elementos ornamentales ligeros, edificios fantásticos, frisos con niños y escenas mitológicas. Pero la escasez de las mismas y algunas connotaciones, hacían dudar de su influencia romana. «Queda claro y patente que la romanización llegó a Asturias, tarde, en el siglo II pero llegó e impregnó toda la cultura gijonesa de la época, así como del resto del Cantábrico», subrayó Carmen Fernández Ochoa, catedrática de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid y directora de las excavaciones de las Termas Romanas. Para Fernández, «sería muy interesante que Gijón y Burdeos fueran ciudades hermanadas. Hay que pedírselo a la alcaldesa, Carmen Moriyón, porque ha quedado patente la fuerte influencia de la región de Aquitania en nuestra ciudad », comentó durante el debate que tuvo lugar este jueves en el salón de actos de la Antigua Escuela de Comercio dentro de las 'Jornadas sobre pintura mural romana: la decoración en las termas en el mundo romano' que se desarrollan este jueves y viernes.

Aunque las Termas ya se conocían desde el siglo XX, las excavaciones definitivas y la musealización de los restos no tuvieron lugar hasta los años noventa del siglo pasado. Las pinturas murales, que se habían derrumbado tras el abandono de la estructura termal, fueron recuperadas, estudiadas parcialmente y almacenadas en el depósito municipal. Entre junio de 2024 y junio de 2025, se reanudó el estudio de las pinturas romanas de las Termas de Campo Valdés como parte de una tesis doctoral, realizada por Elea Duquet, investigadora de la Universidad Católica de Lovaina y cuyo objetivo fundamental fue el estudio de la decoración pintada romana en el contexto territorial del Conventus Asturum, contribuyendo así a la comprensión de la romanización en el norte peninsular.

La joven investigadora francesa, Duquet, destacó la singularidad de la pintura de las termas de Campo Valdés. «El azul egipcio, por ejemplo, se utiliza de manera muy puntual en unos toques y nunca mezcla con otro color, eso es muy particular de aquí», subrayó. Otra de las características que le llamó la atención fue la gran influencia que la Galia, especialmente la zona de Aquitania ejerció en las pinturas«, detalló Duquet quien a raíza de este descubrimiento lanza varias preguntas al aire como »¿Cuál fue la relación comercial y los intercambios culturales con esta zona francesa y cómo de fructíferos fueros?«, o »¿Cómo influyeron estas conexiones en sociedad gijonesa de la época«? Duquet siguió la metodología de recomposición de las técnicas a través del puzle y del análisis individualizado de cada fragmento para constatar en el reverso, los trazos en negativo de los muros y los materiales de construcción de los mismos. Tras ese exhaustivo estudio alabó la reflexión única de las pinturas de las Termas de Campo Valdés »donde se aprecian relaciones continuas y cromáticas muy particulares y esquemas muy pocas veces vistos«, concluyó.

Esta tesis forma parte a su vez de un proyecto más amplio sobre la decoración pintada en la franja norte peninsular titulado «De la pintura romana en Hispania a la pintura hisparromana: la decoración del siglo II en el norte de la provincia Tarraconensis», dirigido por Carmen Guiral Pelegrín y Lara Íñiguez Berrozpe y con la participación de Sabine Groetembril del CEPMR. Las jornadas se desarrollan también este viernes, de 10 a 13.30 horas con la ponencia destacada del catedrático Paolo Tomassini y un taller demostrativo de 17 a 19.30 horas en el Museo de las Termas Romanas de Campo Valdés que gracias a los resultados de este estudio podrá añadir toda una sección sobre las pinturas murales del yacimiento, y se presentarán al público en los próximos meses poniendo en valor el pasado romano de Asturias, aún poco conocido y reconocido.

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