Los cinco tipos de relación que puedes mantener con tu gato

¿Quién elige gato como animal de compañía? A pesar de la popularidad de los felinos como mascotas, no se sabe mucho sobre su vínculo con los dueños. Por eso, investigadores de la Universidad de Licon se propusieron identificar y caracterizar los diferentes tipos de relación utilizando las teorías del apego humano y el apoyo social como marco.

Su trabajo determina la existencia de cinco tipos de relaciones: abierta, casual, asociación remota, codependencia y amistad. ¿Qué diferencia cada una de ellas? La inversión emocional del dueño en el gato, la aceptación del animal por parte los demás, la necesidad de tener al felino cerca del dueño y el distanciamiento del propio gato.

Los investigadores concluyen que, «como ocurre con cualquier relación social compleja», el tipo de vínculo gato-dueño es producto de la dinámica que existe entre ambos individuos involucrados, junto con ciertos rasgos de personalidad, de los cuales, la sociabilidad más amplia del gato y dueño las expectativas pueden ser particularmente importantes.

El «vínculo de relación abierta» se caracteriza por un propietario ligeramente involucrado emocionalmente y un gato evitativo. El animal es solitario e independiente y necesita tener acceso a espacios exteriores. Se relaciona bien con otras personas y siente cierta querencia hacia sus dueños, pero no demasiada relación de proximidad con ellos. Es raro que se siente en su regazo y ofrezca cariñosos lametones.

La asociación remota surge cuando el dueño no considera al gato un amigo cercano o parte de la familia. En consecuencia, los gatos prefieren mantener la distancia con los seres humanos, posiblemente porque carecen de confianza. De nuevo, no suelen mimar a sus dueños y es complicado que perciban si están tristes o preocupados

En relación casual, los dueños no revelan tampoco una gran implicación emocional, pero a pesar de ello el gato es sí es capaz de establecer vínculos esporádicos con otras personas. Prefieren la vida al aire libre y, a menudo, visitan casas cercanas. Incluso, es posible que 'tengan' varias hogares y gocen de cuidados de familias distintas.

La amistad, como ocurre en las relaciones entre pares, nace de un compromiso emocional mutuo. Los responsables del animal se preocupan por él y lo integran en su círculo cercano, le dedican tiempo para jugar. La mascota es cariñosa y percibe a su cuidador como una fuente de seguridad, un refugio donde buscar ayuda.

El gato se relaciona, en estos casos, bien con los demás. Saluda a los visitantes y quizás haga parada en la vivienda de algún vecino si tiene la ocasión, pero le gusta estar cerca de su dueño. Esta relación se da con más frecuencia en hogares ocupados por más de un gato y con acceso al exterior.

Por último, está la codependencia, similar a la amistad, de la que difiere en la relación del gato con el entorno. El animal no se relaciona bien con los demás, incluso es probable que se esconda cuando alguien llega a casa. Es común en los felinos que viven en una casa unipersonal sin acceso al aire libre