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La Universidad de Oviedo, como institución centenaria, no es únicamente un lugar para la transmisión de conocimientos, sino también es «un lugar de compromiso ... con el pensamiento crítico, con la formación de ciudadanos libres y con la búsqueda rigurosa de la verdad». Bajo este argumento –con las instituciones académicas en EE UU cuestionadas y atacadas por el presidente Trump– el rector de la Universidad de Oviedo hiló este miércoles un discurso en el que apeló a la responsabilidad y destacó la importancia de la profesión de docente.
Fue en el acto de toma de posesión de decanos, directores, catedráticos, profesores titulares y personal técnico de gestión y de administración y servicios nombrados desde el 15 de mayo del año pasado hasta el 30 de abril de este y lo hicieron en el campus de Mieres. En total, 147 personas, 86 de las cuales acudieron a este acto. «Cada uno de nosotros, al asumir una plaza de profesor, de personal técnico de gestión, administración o servicio, o un cargo de gestión, se convierte en custodio de estos principios, y se compromete, al mismo tiempo, con una tarea que va mucho más allá de la estricta obligación profesional», les dijo el rector, Ignacio Villaverde. A los docentes les remarcó que «la docencia universitaria es, sin duda, uno de los más nobles oficios que puede ejercer una persona». «Formar, guiar, inspirar a quienes confían en nosotros sus años de aprendizaje es un privilegio, pero también una gran responsabilidad», señaló.
A quienes asumen cargos de responsabilidad académica, les indicó que encaran la compleja tarea de contribuir al gobierno de la Universidad. «La gestión universitaria exige equilibrio entre la tradición y la innovación, entre las limitaciones normativas y presupuestarias y la necesidad de responder a los desafíos sociales, científicos y educativos del presente». Pero, remarcó, «también sabemos que, con compromiso, diálogo y visión de conjunto, es posible avanzar hacia una universidad más abierta, más inclusiva y más preparada para afrontar sus retos en el siglo XXI».
Y también se dirigió al personal técnico de gestión, administración y servicios. «Vuestra labor, aunque muchas veces discreta y silenciosa, es absolutamente esencial para que la Universidad funcione cada día. Desde la gestión económica, administrativa y tecnológica, hasta el mantenimiento, la atención a la comunidad universitaria y el soporte técnico, sois los pilares que sostienen la vida universitaria en su día a día».
El rector cerró su intervención tomando prestadas unas palabras de Ángel Gabilondo: «Ser universitario es ser capaz de proponer espacios compartidos de deliberación, de conversación, de decisión, espacios de participación que han de ser permanentemente reinventados, permanentemente creados, espacios alejados de todo dogmatismo, de todo fundamentalismo, donde sean compatibles los valores, los principios, las convicciones, con la constatación de que nos movemos». Junto al rector estuvieron Pedro Alonso e Irene Díaz, vicerrectores de Políticas del Profesorado y Ordenación Académica, y de Investigación, respectivamente; Ángel Espiniella, secretario general, y José Antonio Díaz Lago, gerente de la institución académica.
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