Reunión clave en Educación: un centenar de directores de colegios asturianos amenaza con dimitir si no hay solución «en las próximas horas»

Han remitido una carta a Adrián Barbón, con el que un grupo tuvo oportunidad de hablar ayer en Oviedo

Olga Esteban

Gijón

Miércoles, 4 de junio 2025 | Actualizado 05/06/2025 08:25h.

105 directores de colegios públicos, escuelas de Educación Infantil, colegios rurales y colegios de Educación Especial han remitido una carta al presidente del Principado ... en el que le anuncian su intención de dimitir en bloque si no hay una solución al conflicto de la enseñanza «en las próximas horas» y «se empiezan a considerar la necesidades que, como representantes de nuestros claustros, hemos hecho constar en el manifiesto que días atrás le hemos trasladado». Se presenta esta tarde, a partir de las cuatro, una reunión clave entre ambas partes, sindicatos y Principado. La decisión, dicen los directores, «no nace de un impulso repentino, sino del profundo convencimiento de que no podemos ser cómplices de un sistema que se aleja cada vez más de los principios que históricamente hemos defendido».

Los directores de centros públicos llevan varias semanas llevando adelante acciones para hacerse oír. Primero escribieron un manifiesto que ya cuenta con la firma de casi 200 personas. Un manifiesto que después remitieron directamente, vía correo electrónico, a Adrián Barbón. Ayer por la tarde se concentraron ante las puertas del Reconquista para hacer llegar sus reivindicaciones, de nuevo, al presidente, que acudía a un acto de los Premios Princesa. Un grupo de ellos, de hecho, tuvo oportunidad de charlar un rato con Barbón al finalizar el acto. En una charla distendida, el presidente pudo escuchar de primera mano la «frustración» de los profesionales de la enseñanza por «irnos a casa todos los días sabiendo que las cosas no se están haciendo bien».

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Hoy mismo llega esta comunicación. «La escuela pública necesita decisiones valientes y estructuras adaptadas a una sociedad que ha cambiado profundamente», explican. En el proceso, lamentan, «muchas y muchos de nosotros y nosotras estamos pagando un precio altísimo: el de nuestra salud». Hablan de ansiedad, agotamiento y estrés crónico en los equipos directivos. «Somos empujados a aceptar responsabilidades imposibles, sin recursos suficientes y con una carga emocional, administrativa y burocrática desmesurada».

En la lista de defectos y necesidades del sistema hablan de «compañeros agotados, mendigando apoyos para poder atender como se merecen a nuestro alumnado», de «falta de personal especializado», de la necesidad de la equiparación salarial, de grupos heterogéneos con dificultades para atender al alumnado recién llegado que no conoce el idioma, con «alumnado vulnerable y en riesgo de exclusión», con varios alumnos con necesidades educativas por aula.

Su aviso, dicen, no es una amenaza, sino un acto «de coherencia con las ideas que defendemos. Antes de perpetuar una farsa, elegimos defender los principios por los que decidimos dedicarnos a esto».

La acción está promovida de forma directa por los directores, «impotentes por no poder secundar la huelga indefinida como servicios mínimos obligados».