La fotografía asturiana conquista China

Un lenguaje universal, el de la fotografía, que ha servido para llevar hasta allí la «idiosincrasia» de Asturias en varios sentidos, especialmente «el histórico, cultural, sociológico y paisajístico», continúa Bermúdez. Una misión que estuvo presente desde el germen del proyecto y que Ramón Isidoro, que participa también como artista, resume como «intentar mostrar, desde los diferentes puntos de vista artísticos, el tratamiento de la memoria y el espacio por parte de cada uno de nosotros».

A su obra le acompañan los trabajos de Soledad Córdoba, Kela Coto, José Ferrero, Marcos Morilla y Javier Riera. Seis artistas en total «de primera categoría, experimentados, con una carrera sólida», subraya Isidoro, «que trabajan también la fotografía fuera del estudio»; su propio trabajo es el que define como «más instalativo», pero dialoga con la performance de Soledad Córdoba o las intervenciones en el paisaje de Javier Riera. Se suman la mirada industrial de Kela Coto, el enfoque sobre la naturaleza de Marcos Morilla y la visión poética de José Ferrero. «La idea era abrir el ámbito visual de lo que es Asturias y tocar diferentes aspectos de la riqueza visual que aquí tenemos».

La selección, confiesa Bermúdez, fue «dificilísima», porque «tenemos una cantera tan buena de artistas que es muy difícil elegir a quién llevas». Sin embargo, el montaje ha sido sencillo, porque teniendo en cuenta la calidad de las propuestas, «sabes que vas a hacer una buena exposición».

«Pero esto es solo una avanzadilla», insiste la comisaria. «Es muy importante que un museo como este haya querido programar la exposición», porque nos abre la puerta a un mercado muy grande y porque en Asturias tenemos muchas más propuestas artísticas que mostrar al exterior. Esto es solo el principio.