Ángel Aznárez

Conferencia 'Desgarro al adiós y fiesta al recordarlo'

«Convertir en fiesta la emigración a América es una genialidad»

«De un hecho dramático, el de la emigración a América, en diversos tiempos y épocas, haberlo convertido en una fiesta siempre me pareció un portento, una genialidad, naturalmente, debida a la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF)». Esta ha sido una de las conclusiones de la charla que el notario ovetense Ángel Aznárez, ofreció este miércoles en la biblioteca del Fontán dentro del ciclo 'Día de América en Asturias, sueños y realidades de ultramar', organizado por la SOF.

El notario ovetense estuvo acompañado por el presidente de la SOF, Felipe Díaz-Miranda; el ex magistrado de Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), Rafael Fonseca, y otros miembros de la SOF como Jesús Alvarez-Linera Prado, autor del cartel del Día de América 2025 y Javier Batalla.

Aznárez, que inició sus palabras sin libros en la mesa y la terminó rodeado de tomos que fue sacando según hablaba, tituló su conferencia 'Desgarro al adiós y fiesta al recordarlo' y explicó que la emigración a América fue un «desgarro» por las despedidas para muchas personas y familias que durante el siglo XX y antes «iban a Venezuela y otros países de América en trasatlánticos. En aquellas despedidas había mucho desgarro en aquellos que marcharon a hacer las Américas, muchos regresaron, ricos, otros riquísimos y también algunos con lo puesto o lo suficiente para comprar alguna casa y alquilarla por el verano a manera de arrendamiento de temporada. Casi como ahora mismo», pero de ese desgarro nació la fiesta del Día de América en Asturias.

El notario, siempre con un fino sentido del humor, indicó a los presentes que lo de los indianos asturianos en América «no tiene por qué ser inferior a lo de Odiseo (en referencia al poema de Homero), caminante hacia su Ítaca, para volver a ver a su Penélope. Y no se debe olvidar eso tan propio del cristianismo primitivo, quizás el de los tiempos góticos de Pelayo, que a los muy ricos les fruncía el entrecejo, pues cosas diferentes fueron siempre ser o estar muerto de hambre y pasarse de rico, alcanzando eso tan ordinario y mal visto que es lo de 'nuevo rico'».

Aznárez acabó su alocución hablando sobre la trascendencia de la SOF «pues muchos niños de entonces debemos alegrías y juegos infantiles a esa sociedad en tiempos mágicos para niños por idealismos de infancia. Siempre agradeceré a la SOF los gigantes y cabezudos, los jolgorios de la Herradura, los toros en Buenavista, el hípico en San Lázaro, el Día de América en Asturias y la venida de los Reyes Magos a la Ciudad. Aunque para los niños, las fiestas comenzaban cuando un camión del Ayuntamiento, pintada de azul su cabina y estacionado de noche en la calle Quintana entraba en el paseo de Los Álamos y allí dejaba los maderos para preparar las tribunas».

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