El Principado reparará la senda peatonal entre Rodiles y Misiego, en Villaviciosa

El regidor maliayo mantuvo este viernes una reunión con David Villar, director general de Custodia del Territorio y Prevención de Incendios, y la nueva directora de la reserva, María González, donde se abordaron los trabajos. «Es un proyecto muy demandado, tanto por el Ayuntamiento como por los propios usuarios de la senda. Además, uno de los tramos tendrá que ser sustituido por completo, resulta peligroso», dijo Villar tras la reunión.

La senda costera se encuentra en el porreo de Misiego, un dique que, en su mayoría, se encuentra en buen estado. La senda construida sobre él y que une los arenales de Misiego y Rodiles es de madera, una infraestructura de uso público de «gran atractivo y valor para el desarrollo socioeconómico de la reserva», según reza el estudio del Principado, por lo que es muy transitada.

Por tanto, «en las próximas semanas», avanzó el director, comenzarán los trabajos de reparación y renovación no sólo de la senda, sino también de la pasarela elevada que la sostiene.

Los trabajos cuentan con un presupuesto de 174.167 euros (IVA incluido), financiados gracias a los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), los denominados Next Generation. Con un avance por fases, se calcula que la obra durará unos tres meses aproximadamente, por lo que se tendrá que establecer una serie de medidas y directrices de cara al verano y al gran número de visitantes a la zona.

La intención, indicó Villar, «es que esté listo entre septiembre y octubre».

El deterioro de la madera, principalmente sobre los pilares, se ha ido incrementando con el avance de las mareas de la ría. Así que el plan es actuar sobre unos 900 metros lineales de dicha senda sustituyendo los tablones de madera. En cambio, en el tramo junto al arenal de Misiego se cambiará la madera por zahorra compactada, lo cual «permitirá un mejor mantenimiento a largo plazo».

Este último aspecto, destacó Vega, supone una novedad, pues «hasta la fecha no se podían introducir elementos nuevos o diferentes en la zona por criterios de Costas; el Ayuntamiento reivindicó hace años que se cambiara por elementos mucho más duraderos».

«Consideramos que fue un error, en su momento, poner la madera en contacto con el suelo directo. Ha causado muchísimos problemas, con costes de mantenimiento que, al final, repercutieron al Ayuntamiento», añadió.

El cambio del Principado, continuó, «abre el camino no solo a la conservación, sino a la sostenibilidad económica de la infraestructura, porque tal y como está ahora mismo es insostenible».